Baloncesto y valores: el Quinto Cuarto del BKL

Baloncesto y valores: el Quinto Cuarto del BKL

Cuando suena la bocina en el Polideportivo Antzizar de Beasain, todavía queda un cuarto por jugarse. Se celebra, no se disputa, en el restaurante Kattalin, a escasos 100 metros de pabellón. El balón y la pizarra dejan paso a unos pintxos de morcilla local y unos vasos de sidra o refrescos. La competición y las disputas ceden su sitio a las charlas y las risas entre jugadores de los dos equipos, entrenadores y árbitros. Es el Quinto Cuarto.

“He estado unos cuantos años trabajando en el mundo rugby y su ‘tercer tiempo’ me llamaba la atención” explica el director deportivo del BKL e impulsor de esta iniciativa, Gorka Nuñez. “Es un deporte muy duro, se hacen daño de verdad, y son capaces de terminar el partido, desconectar, darse un abrazo e invitar a algo al equipo contrario. Creo que es exportable a otros deportes; ese espíritu de competir cuando toca y, después, disfrutar de estar con gente que tiene los mismo valores e intereses que tú. Lo propuse, a todo el mundo le pareció una buena idea y hemos empezado a hacerlo”.

El pasado sábado se celebró la cuarta edición del Quinto Cuarto. La acogida entre los equipos visitantes ha sido muy positiva. “¡Qué bien se lo montan en Beasain!”, comenta Raúl Narros, entrenador del Avia Zizur Ardoi, último adversario en la pista del arri BKL. “Además del buen ambiente que tienen entre equipo y afición, se les ocurre hacer este tipo de iniciativas para que el equipo rival se sienta como en casa. Sólo podemos darles las gracias”.

“Alguno nos ha propuesto a ver si el partido que juegan en casa podemos jugarlo aquí”, bromea Gorka Nuñez. “Aunque ahora la iniciativa es algo más conocida porque ha salido bastante en redes sociales, al principio los equipos rivales se sorprendían bastante. La acogida está siendo fantástica”.

Otro actor fundamental de este Quinto Cuarto es el colectivo arbitral. “Es una iniciativa muy positiva”, señala Eder Rebollo, que arbitró el primer encuentro de la temporada en Antzizar. “Es una forma de valorarnos como lo que somos: deportistas. Todo lo que sucede en la pista debe quedarse ahí y fuera de la cancha debemos socializarnos y llevarnos bien. Son los valores que queremos transmitir en el mundo del baloncesto y estas iniciativas ayudan a ello”.

“Para nosotros era fundamental que estuvieran”, asegura Gorka Nuñez. “Son parte importante de todo esto, y queremos que se sientan así. Al principio podían tener alguna reticencia porque quizás se imaginaban que podía ser un foro más de discusión que de fraternidad, pero para nada. Son uno más y el ambiente es de distensión absoluta”.

El sábado pasado, BKL logró la victoria, pero en las ediciones anteriores del Quinto Cuarto el resultado en la cancha había sido adverso. “Es precisamente cuando más importancia tiene una iniciativa como ésta. Cuando ganas un partido jugando bien es bastante sencillo ser agradable y estar de buen humor. Cuando verdaderamente tiene mérito es cuando has perdido, o cuando te han metido una canasta al final… Hay que saber decir ‘hasta aquí, ya ha acabado’, y disfrutar de un pintxo y una cerveza con los que hasta hace un rato eran rivales y ahora son amigos. Y, de verdad, funciona. Este muy interesante ver cómo la gente cambia totalmente el chip y está muy a gusto”.

“Tenemos dos vertientes: la deportiva y la formativa”, añade. “Tenemos los pies en el suelo, de Beasain no van a salir jugadores ACB, o sí, pero no tiene que ser el objetivo porque no es algo habitual. El nuestro tiene que ver con la vertiente educativa de deporte, con que te ayude a adquirir valores que te ayuden a manejarte en la vida: compromiso, trabajo, colaboración. Creo que esta iniciativa ayuda a ver el deporte y la competición como lo que son, un ámbito para compartir con alguien una actividad común; porque sin el otro equipo no puedes jugar. La idea es hacerlo este año con el senior masculino, como prueba, pero el objetivo para el año que viene es hacerlo con todos los equipos del club”.

Un Quinto Cuarto que no sería posible sin la ayuda del “restaurante Kattalin, que se está portando fenomenal con nosotros. También Carnicería Olano, con sus morcillas de Beasain. Estamos muy agradecidos porque, está claro, sin ellos todo esto supondría un gasto inasumible para el club”.

Programa de formación interna
Además del Quinto Cuarto, el BKL ha impulsado esta temporada una iniciativa destinada a la formación de sus entrenadores. “Tenemos alrededor de 400 jugadores y jugadoras”, explica Gorka Nuñez. “Tenemos los mimbres para ser un club de referencia en Gipuzkoa y es lo que queremos ser. Para eso, estamos creando una estructura formativa y de modelos de juego. Nos parece importantísimo ofertar a los entrenadores un plan interno de formación continua, más allá de lo que la federación ya hace bien, con contenidos un poco diferentes. Ya hemos tenido tres ponentes, Jon Txakartegi, Xabier Chico e Iñaki Jimenez. Queremos tener un modelo de juego BKL, que sea reconocible. El objetivo es que un jugador que entre en nuestra escuela y acabe en senior tenga una estructura de aprendizaje, con contenidos y objetivos determinados a distintas edades”.

“La próxima charla, en diciembre, es la mía, sobre el paso de lo técnico a lo táctico”, comenta. “Y en enero contaremos con Txus Brizuela, en una sesión sobre aprendizaje y entrenamiento del tiro. Queremos ofrecer como mínimo una sesión formativa de calidad al mes para nuestros entrenadores. Es un proceso a largo plazo, lo tenemos claro, pero queremos ir a pro ello y hacer de BKL un club más potente”.

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